COVID-19

Todos recordaremos el año 2020 como un punto de inflexión en nuestro pasado reciente. La declaración por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la COVID-19 como una pandemia en el mes de marzo de ese año configura un nuevo escenario mundial para el que la mayor parte de los países y sus gobiernos no estaban preparados. Algo más de un año después, iniciado ya el proceso de vacunación contra esta enfermedad, echamos la vista atrás y podemos observar como la crisis socio-sanitaria causada por el SARS-CoV2 ha cambiado nuestras vidas por completo. Las oficinas han dejado paso al teletrabajo, las aulas a la educación en remoto, se han vuelto habituales las pruebas de diagnóstico (PCR) y los medios de comunicación nos muestran todos los días, entre los principales temas de la agenda informativa, las cifras y los efectos de esta pandemia. Solo las diversas vacunas desarrolladas contra la COVID-19 se configuran como una promesa a la vuelta a una verdadera normalidad.

Una de las lecciones aprendidas en medio de esta pesadilla es la importancia que tiene y ha tenido la investigación científica para luchar contra esta situación. De este modo, la ciencia y la innovación están jugando un papel fundamental en la vuelta a la vida que conocíamos, que cada vez está más cerca.

Del mismo modo, se ha puesto en evidencia que la crisis provocada por este coronavirus no es únicamente una cuestión sanitaria. La necesidad urgente de frenar la expansión de la COVID-19 llevó a decretar el confinamiento estricto en muchos países, causando así daños significativos en sus economías. De tal modo, la educación se vio obligada a adaptarse rápidamente a los requerimientos sociales e implemento un cambio de paradigma en tiempo record.

En este contexto los medios de comunicación jugaron un papel decisivo durante la pandemia. Así, han demostrado su capacidad para cumplir con las funciones tradicionales del servicio público: formar, informar y entretener.

En un entorno de creciente infoxicación, plagado de bulos y noticias falsas, los medios de comunicación se erigen como una fuente de formación e información fiable y validada por el trabajo de los profesionales periodísticos y, al mismo tiempo, como una opción de ocio para consumir contenidos audiovisuales de calidad.

Los efectos de la pandemia son, por tanto, múltiples y diversos. Pocos son los sectores que han mostrado consecuencias negativas ante una crisis sin precedentes que nos ha obligado a vivir de otra manera teniendo más presente el aquí y el ahora.

El presente NODO recoge todo tipo de trabajos e investigaciones que ponen el foco en cómo ha cambiado el mundo que conocíamos y pretende ser un espacio de reflexión y de intercambio de experiencias en el terreno de la investigación científica con la COVID-19 como hilo conductor.

El nodo se divide en cuatro simposios:

Comunicación y COVID: recopila aquellos textos que analizan los cambios que se han producido en este ámbito desde una perspectiva global.

Educación y COVID: presenta investigaciones que analizan el cambio de paradigma educativo tanto en las enseñanzas universitarias como no universitarias.

Salud y COVID: aglutina trabajos que tienen la salud como objeto de estudio desde distintos puntos de vista.

Otras líneas de investigación: recoge las investigaciones que tratan desde una visión multidisciplinar los efectos de esta pandemia mundial.

Simposios